Con más de 500 años de historia el Valle del Itata, una de las zonas vitícolas más antigua del país y cuyo nombre significa “pastoreo abundante” en mapudungún, ya que eran los mapuches quienes habitaban el lugar antes de la llegada de los conquistadores, se ubica geográficamente en la región de Bío-Bío, provincia de Ñuble. Su clima mediterráneo húmedo, la presencia de temperaturas más bajas que en otro valles y con estaciones bien diferenciadas, suelos arenosos, graníticos y ricos en minerales que dan pie a una alta productividad y favorecen a variedades tradicionales como País y Moscatel de Alejandría, que predominan en la región. En la actualidad, las bodegas intentan rescatar este antiguo legado vitivinícola que había pasado al olvido cultivando finas cepas de las variedades Cabernet Sauvignon, Carménère, Merlot, Tintórera, Semillón, Chardonnay y Sauvignon Blanc, entre otras, con la mirada puesta en la producción orgánica y en los altos estándares de calidad.