Esta variedad, fue en la década de los 60’s la uva blanca más plantada en Chile, pero decayendo en su producción bruscamente en décadas posteriores y pasando por un período de olvido. Hoy sin embargo, esta variedad ha comenzado un verdadero redescubrimiento de su identidad en Chile, presentándose por parte de las bodegas nacionales una nouvelle vague de esta variedad. Vitivinícolamente, es bastante resistente a las enfermedades, excepto en lo referente a la podredumbre. La uva madura pronto, adquiriendo un tono rosado en climas templados. Es una variedad de uva con muchos usos: se pueden elaborar vinos secos o dulces. Además, el Semillón tiene la virtud, junto al Riesling, de pudrirse noblemente transformándose en una de las variedades blancas con mayor potencial de guarda.